domingo, 4 de septiembre de 2011

Una simple manera de cambiar

Grandes talentos deportivos encuentran ubicados aquí en Tehuacán. Pero lo triste y hasta cierto punto decepcionante de todo esto es que todas esas personas capaces de marcar la diferencia tengan que truncar sus sueños y objetivos por la falta de apoyo de las autoridades correspondientes.
Es triste ver que en esta nuestra ciudad existan muchísimas mas cantinas, bares y antros que espacios adecuados  en los cuales las personas puedan desarrollar a plenitud  habilidades y talentos que la mayoría llevamos dentro; y lo peor de todo es que las pocas instalaciones o establecimientos que existen para ello son de acceso limitado, se encuentran en mal estado o simplemente se están cayendo poco a poco.
Porque es mil veces mejor ver a un grupo de “chavos” echando la reta que  sentados en una calle tomando una caguama, o a un grupo de señoritas en zumba, gimnasios u otras actividades recreativas  que saliendo a gatas de los antros a altas horas de la madrugada exponiendo sus vidas y la de personas ajenas a ellas.
 Las personas al mando del poder  se llenan la boca de gloria al hablar del Polideportivo, pero lo que no se dan cuenta que no simplemente es la creación de un lugar “apto” para desarrollar las extensas disciplinas que han dado a conocer a esta nuestra ciudad a nivel nacional, sino que también tienen de darle un mantenimiento , una continuidad, tienen que ser un poco mas inteligentes para saber que los materiales que se utilizaron son delicados y hasta cierto punto bastante “cariñosos “ para que los programas como Oportunidades y demás  realicen ahí sus actividades.
El solo hecho de brindarles el mínimo apoyo a todas esas personas que en sus distintas categorías marcan una pauta y una diferencia en nombre de Tehuacán dejándolo muy en alto, nos hará cambiar como personas, como grupo y como miembros de una misma sociedad;  en la cual ya no queremos mas violencia, no necesitamos mas miedo, sino momentos alegres que aunque sea por unos instantes nos quiten de la cabeza el torbellino social que estamos viviendo día a día.

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